Purifica y recarga tus piedras
La elección de un objeto de piedra o una pieza de joyería suele hacerse porque a uno le gusta el color y el dibujo del mineral. Para la mayoría de la gente, esto puede ser el final del asunto y eso está bien.
Para otras personas, la elección de una piedra es importante por los significados y virtudes que se le atribuyen. Estos principios suelen derivarse de la litoterapia, una medicina alternativa que se basa en la energía que desprenden las piedras y los cristales.
En esta guía explicaremos algunos de los aspectos básicos si quieres probar esta práctica con aspectos esotéricos. Tenga en cuenta que este artículo no es exhaustivo, pero hay muchos libros que pueden darle la información adicional que pueda necesitar.
Purificación de una piedra
Por sorprendente que parezca al principio, una piedra es tanto un receptor de energía como un transmisor. Por ello, en cuanto reciba o compre un objeto de piedra fina, le aconsejamos que lo purifique. La piedra ha pasado por innumerables manos antes de llegar a ti, por lo que puede haber sido afectada por estas diferentes energías, a veces positivas, a veces negativas. Para no correr riesgos, tiene a su disposición varios métodos de depuración.
Tenga en cuenta que algunas piedras no son compatibles con todos los métodos de purificación. Esto se debe a su dureza o a su composición.
Sal
Conocida desde hace siglos, la sal es un excelente purificador. Coloca tus piedras en un cuenco con sal, cúbrelas por completo y déjalas allí durante una o dos horas. A continuación, aclare con agua para eliminar los restos de sal. La sal marina y nuestra sal de roca son muy recomendables, ya que son muy eficaces para este tipo de purificación.
Consejos
- Evite purificar labradorita, lepidolita, calcita, ópalo o turquesa. No toleran la sal.
- Si sus piedras forman parte de una pieza de joyería, evite que la sal entre en contacto con otras partes como cierres, tejidos, cueros, plásticos, etc., que podrían dañarse más fácilmente.
Agua salada
Un método común es remojar la piedra en agua salada (para una taza de agua, 4 cucharadas de sal). Déjelo durante unas 2 a 4 horas.
Consejos
- Evite purificar labradorita, lepidolita, calcita, ópalo o turquesa. No toleran la sal.
- Si sus piedras forman parte de una pieza de joyería, evite que el agua salada entre en contacto con otras partes como cierres, tejidos, cueros, plásticos, etc., que podrían dañarse más fácilmente.
Agua desmineralizada
Este proceso lleva más tiempo pero puede ser más fácil de aplicar. Basta con colocar la piedra en agua desmineralizada durante un día o una noche.
Consejos
- Evite purificar la azurita, el granate, el azufre o la pirita. No toleran la sal.
- Si sus piedras forman parte de una pieza de joyería, evite que el agua entre en contacto con otras partes como cierres, telas, cueros, plásticos, etc., que podrían dañarse más fácilmente.
La tierra
El enfoque más eficaz y radical si tienes un cristal cargado con una gran cantidad de energía negativa. Entierra la piedra en la tierra para liberarla de las energías y purificarla. Déjela en el suelo durante al menos 12 horas, aunque pueden ser varios días o incluso una semana, dependiendo de las necesidades de la piedra. Espacia las piedras a unos 15 cm de distancia si vas a enterrar más de una, y pon un marcador o un punto de referencia para poder recuperarlas fácilmente. Si es posible, elige un lugar saludable para enterrarlos, libre de cualquier acontecimiento negativo. Una vez completada la purificación, se desentierra la piedra, se enjuaga con agua limpia y se limpia suavemente con paños para devolverle el brillo.
Incienso
Para pequeñas purificaciones, puedes pasar tus piedras por el incienso. Elige un incienso natural, ya sea en barra o en grano. Toma tu piedra en la mano y visualiza las energías negativas que hay en ella mientras vuelan a través del humo, estas mismas volutas penetran en la piedra y se van con las malas ondas para dejar espacio a las energías positivas.
El sonido
Ciertos sonidos o instrumentos emiten ondas positivas que desalojan las energías negativas alojadas en las piedras. Le aconsejamos que utilice un triángulo o una campana que hará tintinear mientras realiza movimientos circulares alrededor de la piedra. También puedes colocarlo en un paño dentro de un cuenco tibetano y dejarlo cantar durante unos minutos.
Consejos
Este método rápido también puede utilizarse para limpiar otros objetos y lugares.
Recargar una piedra
Ahora que la piedra está limpia de energía negativa, está preparada para recibir energía positiva y devolvértela a su manera. Al igual que necesitamos comer para estar en forma, las piedras necesitan una fuente para recargarse.
La luz de la luna o la luz del sol
Este es el método más común y más fácil. Coloca tus piedras en el alféizar de una ventana y deja que disfruten de la luz. Algunos prefieren la luz del sol, otros la luz de la luna. Si la luz es brillante (sin nubes), las piedras pueden permanecer allí durante una o dos horas. Si el cielo está nublado, espera un día o una noche.
Consejos
En otoño e invierno, es mejor mantener las piedras en el interior para evitar que la lluvia o las heladas las dañen. En primavera y verano, puedes colocarlos en el exterior en días soleados, pero ten cuidado con las piedras sensibles al calor.
Evite la luz solar intensa para la ametrina, labradorita o rodonita, por ejemplo. Podría secarlos.
Evita la luna llena, que podría decolorar piedras como la amatista, la ametrina, la fluorita o el cuarzo rosa.
La amatista o geoda de cristal de roca o drusa
Coloca tus piedras en una drusa o en una geoda de amatista o de cristal de roca. Se trata de grupos de cristales que almacenan mucha energía y permiten devolver la energía a las piedras más pequeñas. Déjelas reposar durante una o dos horas. También pueden purificar las piedras.
La concha de vieira o la concha de abulón
Coloca tus piedras en el hueco de la concha durante una o dos horas. También pueden purificar las piedras.
Las piedras también pueden recargarse con el cuenco tibetano o con la tierra según las técnicas desarrolladas en la purificación.
¿Cuándo purificar y recargar?
Como se ha mencionado anteriormente, cuando se compra o se recibe una piedra nueva, es aconsejable purificarla y recargarla. También puede utilizar estos métodos después de una sesión de litoterapia. Para las piedras que tiene en su casa, se recomienda una limpieza y recarga mensual. Si lleva las piedras en los bolsillos, el bolso o como joyas a diario, purifíquelas al menos una vez a la semana. Si sientes que el efecto de tus piedras, en tu casa o en ti, pierde su vivacidad, no dudes en purificarlas y recargarlas con más frecuencia.