Vía Crucis en la Escuela de los Santos

«El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga», nos dice Jesús. El Vía Crucis nos ayuda a interiorizar esta invitación y a responder a ella, especialmente los viernes y durante la Cuaresma.

La práctica del Vía Crucis tiene su origen en las peregrinaciones a Jerusalén a finales de la Edad Media: siguiendo los pasos de Jesús, los fieles recorrieron lentamente el recorrido de la Pasión, meditando las etapas (las "estaciones") una a una. Particularmente bajo la influencia de la familia franciscana, el Vía Crucis fue introducido en Occidente como una especie de peregrinación en miniatura, en la que los fieles reproducían dentro de la iglesia la procesión de Jerusalén, con sus cantos, sus recuerdos históricos y sus momentos de meditación.

De un siglo a otro y de un país a otro, el Vía Crucis ha tenido muchas variaciones, siendo la forma más común durante tres siglos la de las catorce estaciones representadas en las paredes de nuestras iglesias.

Se deja a los fieles la máxima libertad para organizar su Vía Crucis, en la iglesia, en casa o en otro lugar. “En la escuela de los santos”, ofrecemos un texto por estación, tomado de los grandes autores de la tradición espiritual cristiana. Para una práctica pública de este Vía Crucis, sugerimos prestar especial atención a la lectura de estos textos, y seguirla con unos dos minutos de meditación en silencio.

Presentación: Tapa blanda, tapa blanda

Fecha de lanzamiento: 5 de marzo de 2008

Tamaño: 10,3 cm × 15 cm × 0,1 cm, 16 páginas

ISBN: 9782909271385

Autor: Colectivo

Peso: 10 g

Editorial: Centro Saint-Jean-de-la-Croix

Sólo en francés